Hemos elaborado unos platos nuevos para esta temporada y son buenísimos, seguro que a nuestros clientes les van a encantar.
Una vez más nos enfrentamos a la difícil tarea de confeccionar una carta. Estamos frente a un papel en blanco ;dilema ¿qué pongo, cómo lo pongo?
Sabemos que la carta es la primera imagen que se llevan de nosotros los comensales y que debe contar todo lo que ofrecemos.
1.-¿Se entiende?
Es importante que la carta sea simple, fácil y amigable, de lo contrario los clientes van a tener que preguntar para saber qué comer.Es un mal comienzo.
Amanida Costa Brava amb pernil de Jabugo i formatge parmesà.
Ensalada Costa Brava con jamón de Jabugo y queso parmesano.
2.-¿Hay demasiados platos?
Lo bueno si breve dos veces bueno.Pocos platos y bien explicados “lo menos es más”. Es malo qué nuestro cliente piense que hacemos de todo y regular. Mucho mejor poco y bien ,ó excelente.
3.-¿Está bien organizada?
Debemos clasificar bien los platos en secciones homogéneas, así ayudaremos al cliente a elegir.
4.-¿Están bien explicados los platos?
Una descripción pobre ó crítica no hace los platos más atractivos, al contrario, los clientes quieren conocer qué van a comer y qué ingredientes lleva.Debemos contárselo claro y fácil.
5.-¿Tengo el portamenús adecuado?
Un portamenús de baja calidad, gastado, roto y a veces sucio da una mala imagen de nosotros mismos.Vamos a cuidar los detalles y el portamenús es uno de los más visibles.
Elígelo con cariño.